Hacerte tatuajes puede fortalecer tu sistema inmunológico

Hacerse un tatuaje es una de esas decisiones que debemos madurar a conciencia. 
Lo que nos dibujemos  estará ahí para toda la vida, por lo que lo mejor es pensar
 concienzudamente en un diseño que queramos conservar. Además, muchas personas
 son reacias a este tipo de prácticas, por miedo a reacciones adversas resultantes
 de la inyección de tinta debajo de la piel.

Sin embargo, lo cierto es que, siempre que se realicen en sitios habilitados 

correctamente, no tiene por qué pasar nada; es más, según un nuevo estudio, 

publicado en la revista American Journal of Human Biology, puede incluso 

fortalecer nuestro sistema inmunológico.



La relación entre tatuarse e ir al gimnasio

Estos investigadores decidieron ahondar en este asunto al darse cuenta del parecido 
que existe entre ir al gimnasio y tatuarse. Por lo general, cuando vamos al gimnasio 
por primera vez, salimos de allí odiando al señor que decidió inventar la cinta de correr, 
sudando la gota gorda y con dolores hasta en el carnet de identidad. Sin embargo, 
poco a poco, nuestros músculos se fortalecerán y estos efectos dejarán paso a un 
mayor bienestar, menos problemas con la respiración y la ausencia de las agujetas.
Si os paráis a pensarlo, tatuarse es algo similar. Cuando una persona se tatúa por 
primera vez, su cuerpo se debilita por la entrada de un agente extraño que, además, 
no entra haciendo cosquillas precisamente. Pero eso sólo ocurre al principio. 
Si decidimos hacernos más tatuajes, esa sensación va desapareciendo, pues la tinta 
ya no es ninguna desconocida para nuestro cuerpo.

¿Por qué tener muchos tatuajes fortalece el sistema inmune?

Basándose en estas similitudes, estos científicos decidieron reclutar a un grupo 
de voluntarios a la salida de una tienda de tatuajes. Concretamente fueron 24 mujeres
 y 5 hombres, a los que se preguntó sobre el número de tatuajes que tenían y la 
duración de cada sesión. Además, también se les extrajo sangrepara comprobar 
los niveles de Inmunoglobulina A y  cortisol. La primera es un anticuerpo, porst lo 
que se asocia directamente con el sistema inmunológico, mientras que la segunda 
es una hormona que sirve como indicador del estrés.

Como sabéis, el estrés se asocia al debilitamiento del sistema inmune. Por eso, 
cuando estamos estresados con el trabajo, la familia o los estudios es mucho 
más frecuente contraer algunas enfermedades. ¿Pero qué tiene que ver el estrés
 con los tatuajes? Pues mucho. Como comprenderéis, ver como un desconocido 
te introduce una aguja bajo la piel y la va desplazando mientras emite un ruidito 
irritante no es una sensación agradable; aunque en ese momento piensas lo bien 
que va a quedar el tatuaje y se te pasa un poco.

Por eso, aquellos voluntarios que se habían hecho su primer tatuaje, tenían el 
cortisol por las nubes, mientras que la inmunoglobulina A había disminuido 
notablemente. Sin embargo, los que ya se habían hecho varios, sólo sufrían 
una leve caída en los niveles del anticuerpo como resultado del aumento de 
cortisol, por lo que se entiende que su sistema inmunológico había quedado 
reforzado.
Sería necesario repetir este estudio con un número de voluntarios mayor para poder 
afirmar tajantemente este hecho, pero parece ser que sí, que tatuarse muchas 
veces fortalece el sistema inmunológico. Eso sí, cuidadito con el diseño. Los
 nombres de ex parejas también pueden fortalecer los malos recuerdos y, sobre todo, 
la vergüenza.

Post original: omicrono

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